EN TREN DESDE BAHIA BLANCA A CONSTITUCIÓN

Quebracho en Buenos Aires

Desde muy joven que no viajaba en tren. Recuerdo cuando niño aquellos viajes en camarote desde Salta a Buenos Aires en el recordado "Cinta de Plata"; después en el tren de pasajeros hasta Tolloche en los lindes del sureste salteño; a los dieciocho años con Cuty y Popotitos, en clase turista desde Constitución a Mar del Plata en el '77 cuando con una mochila al hombro conocíamos el mar y a los veinticuatro años, cuando con Rita, Juan, Norberto y José Félix lo hicimos en el tren Villazón - La Paz, y a los treinta, cuando tomé el "Mixto" desde Yacuiba a Santa Cruz de la Sierra, estos dos últimos en nuestra querida y exótica Bolivia, en el cual me dí el gusto de viajar en los techos de los vagones...


Todos, pero todos estos momentos los pude recordar en el viaje que hice desde Bahía Blanca a Constitución. Ya me había olvidado de algunos detalles como el sistema para abrir ventanas y celosías; los pequeños ventiladores de techos; la unión de los vagones; los baños; el coche-comedor y los mozos del mismo que salen a vender café y sandwichs por todo el convoy; chicos que pasean de un lado a otro; mayores que reniegan porque no cierran la puerta del vagón; el pullman y las categorías de primera, segunda o turista. Que se yo!! Tantas cosas que pensé desaparecidas y sepultadas a la muerte de los ferrocarriles!!


Kilómetros de rieles atravezados por durmientes de quebracho que nos remiten a otras épocas en que los ferrocarriles eran el orgullo de nuestra nación. La forma más económica de sacar la producción a los puertos o a los centros industriales. El traslado de personas en paseo, aventuras o por trabajo. Uno de los viajes más seguros casi sin riesgos de accidentes. Lento, pero seguro. Lento como para hacerse de amigos casuales, de conocerse, de contarse secretos e intimidades, proyectos e ideales. Todo un mundo sobre los rieles que agonizan en uno de los últimos trenes de pasajeros que se mueven en nuestro país...


Buenos Aires aun se mueve en tren. Pués también viajaba con Gonzalo Zurano desde la Ciudad Autónoma hasta Haedo en tren y éste se encontraba en excelente condiciones... Que bueno sería un tren desde Salta hasta Cabra Corral, pasando por Cerrillos, La Merced, El Carril, Coronel Moldes y al fin nuestro gran espejo de agua.... En el viaje de Bahía a Buenos Aires hay tiempo para pensar en todo como este anhelo recién expresado. El cuerpo comienza a doler en medio de la noche mal dormida...


A la mañana siguiente, (el tren salió de la ciudad de los vientos ma eso de las veinte), las caras de los pasajeros se encontraban cansadas, pero la aventura era buena y la economía mejor. De $ 190,00 aproximadamente que costaba el pasaje en micro, el de tren costaba $ 40,00. Una diferencia abismal que valía la pena aprovechar. Ya las estaciones se empezaban a suceder una tras otra. Estaba cerca de mi destino...


Al mediodía ya me encontraba en Buenos Aires después de un largo y enternecedor viaje al pasado de los trenes que, quien sabe, si no se pondrán nuevamente en funcionamiento. Los países más modernos del planeta tienen trenes que son muy aprovechados por el turismo. Espero que alguien los haga revivir.