La iniciativa “Pérez Molina”


Estuardo Zapeta

El mundo ha respondido, y debemos nosotros ahora también educarnos en los conceptos, argumentos, propuestas, y posibilidades de tal discusión

Denomino la “Iniciativa Pérez Molina” a la propuesta del presidente guatemalteco acerca de poner sobre la mesa de discusión el tema de la “despenalización” de las drogas penalizadas.

Vaya sorpresa, después de que al Presidente le cayó palo por semejante propuesta, ahora miro cómo varios presidentes de América Latina quieren ser los papás de la criatura. Mi lectura es que el Gobierno de Estados Unidos les dio a “esos” luz verde, y ahora quieren.

Vaya sorpresa, si varios de ellos se opusieron a tal iniciativa, no sólo es sorprendente, sino importante que ellas y ellos ahora se sumen bajo el liderazgo de Pérez Molina.

Hasta la adhesión del mismo Gobierno de Estados Unidos sorprende, tanto porque por años ha sido abanderado de la “guerra contra las drogas”, así como porque hace unos días en Honduras, todavía se resentía de siquiera tener entre los vecinos el tema de la “despenalización”.

Pero reclamo aparte es mi observación de que la Iniciativa Pérez Molina no sólo dará una nueva visión al tema de las drogas criminalizadas, sino que establecerá nuevas relaciones de poder, que generalmente han sido asimétricas, para la región americana.

Dependerá de Pérez Molina cómo conduce una propuesta de discusión, en la cual veo todavía por la calle de la perdición no sólo a los otros presidentes de la región, sino a los críticos de dicha propuesta. Todo es, al final, ejercicio de liderazgo real.

La “iniciativa” ya está en la mesa, o sea, el objetivo estratégico se ha cumplido, pero como uno debe estar preparado para el paso 20, el 40 y el 100, antes de dar el primero, es de suma importancia un alineamiento estratégico de los actores del Gobierno de Guatemala.

El gran oponente de la “iniciativa Pérez Molina” será, por supuesto, el Gobierno de Estados Unidos, y aunque la imagen de David y Goliat se nos antoje, el cuidado del “pequeño” aquí es que el grande, sabiendo del tamaño de piedra y del arma intelectual, haya salido “de compras” a las vecindades, y haya hecho eso: “comprar” aliados, en el mejor de los casos, o amenazar a otros, en el tradicional estilo de imperio en otoño.

Cómo sea, la “iniciativa Pérez Molina” está ya en el ambiente global. El mundo ha respondido, y debemos nosotros ahora también educarnos en los conceptos, argumentos, propuestas, y posibilidades de tal discusión.

Algo difícil en Guatemala, admito, donde los “intelectuales”, acostumbrados a repetir consignas y obviar la evidencia, tienden a condenar propuestas que ellas y ellos no han hecho. “Si no es mía no será de nadie”, parece ser el slogan de los críticos a esta “iniciativa”.

Por mi parte el compromiso es seguir “educando a la demanda de ideas”, me refiero a esos guatemaltecos que con sinceridad se han acercado al tema y han dicho que les gustaría conocer más acerca de los argumentos básicos, los complejos, los incompletos, y los completos, y las consecuencias de la “iniciativa Pérez Molina”.

A ellos me debo, por ellos seguimos aclarando las ideas.

Artículo publicado en el diario guatemalteco Siglo 21, el día martes 13 de marzo 2012.