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La vida te da sorpresas…



Ya lo decía aquel pegadizo coroLa vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡ay dios! Y es que uno no deja nunca de sorprenderse por esas maravillosas casualidades que se cruzan en el camino sin buscarlas.

Todo tiene su origen el pasado jueves, cuando encantados por el buen ambiente vivido en la cata de quesos en Beers&Travels, unos cuantos amigos decidimos irnos a cerrar velada en Birra&Blues, el brewpub situado en la la “orxatera” playa de la Patacona. Allí, entre muchas risas y buenas cervezas, el buenazo de Txema me hizo una de esas miradas pícaras que ponen en alerta ese sensor que uno lleva siempre a punto. Rápidamente me fui a su lado y al enseñarme el móvil de Ana, de Beers & Travels, me sobrevino uno de esos calambres intensos que suelen recorrerme la espina dorsal en ocasiones muy especiales. En la instantánea lucían bien apuestas nada más y nada menos que estas tres botellas:



De izquierda a derecha: Bell’s Hopslam(según los Best of Ratebeer, la tercera mejor Imperial IPA solo por detrás de las dos Pliny…), Goose Island Bourbon County (la quinta mejor Imperial Stout) y Three Floyds Zombie Dust (la mejor American Pale Ale en el mismo listado).

A la recurrente pregunta de ¿y cómo llegaron a sus manos? Pues ya sabéis aquella historia del buen amigo que está por tierras yanquies, en este caso un valenciano que anda por Chicago y que de cerveza sabe un rato (la selección lo dice todo…), que quiso mandarles un “detallito” indicándoles especialmente que las dos primeras las tomaran cuanto antes por aquello de la frescura.

Pero lejos de quedar ahí, anteayer martes, en una inesperada visita por Valencia con parada incluida en esa tienda pegada a las torres de Serranos que cada día crece más y más, los amigos de Beers&Travels nos sorprendieron con una propuesta tan irrechazable como si queríamos compartirlas con ellos. Tras una llamada express a Txema montamos un improvisado pero intenso festín.

Sobre las cervezas, nos sorprendió lo alucinantemente fresca que estaba la Zombie Dust, rebosante de notas cítricas y especialmente a pomelo pero también y en menor medida un punto resinoso en nariz, y en boca realmente fácil de beber, con muchas notas a fruta tropical derivadas del lúpulo, como mango y papaya y nuevamente pomelo, también con un punto resinoso muy fresco y sin las características notas dulzonas y empalagosas o incluso oxidadas que suelen tener estas cervezas con el tiempo. En cuanto al alcohol, el amargor y la carbonatación, maravillosamente bien integrado todo. Un 10 de cerveza.



De la Hopslam aún siendo una muy buena cerveza, reconozco que no estaba en su mejor momento, quizás por el duro viaje o porque no fuera tan fresca, pero sin duda tantas críticas positivas como atesora no pueden estar equivocadas. La encontramos un tanto atenuada en nariz, solamente destacando unas ligeras notas a lúpulo resinoso, floral y recuerdos de pino, y en boca una carbonatación demasiado viva y no tan bien integrada, con el lúpulo muy venido a menos y siendo la base maltosa y la dosis de miel añadida las únicas protagonistas. Repito, siendo una buena cerveza, intuimos que una Imperial IPA tan reconocida seguramente ofrecerá mucho más.



Para terminar, la Bourbon County era uno de esas joyitas que le dejan a uno patitieso, y no precisamente por sus elevados 15% de alcohol, sino por ser alucinantemente seductora en nariz y maravillosamente redonda en boca, enormemente compleja, con matices torrefactos, cacao y café, bourbon, madera y vainilla… pero todo yendo a una, con el elevado alcohol simplemente redondeando con una agradable calidez. Una delicia.



Y eso es todo, que no es poco. Lo menos bueno fue que la pobre Ana no se pudiera unir al festín a última hora así como el resto del equipo “birrapédico”, pero ya habrá más ocasiones para repetir y disfrutar de ello. Y para terminar, cómo no, ya sabéis aquella dicha que reza que de bien nacidos es ser agradecidos, no? Pues eso, que quisiera reiterar mi más sincero agradecimiento a todo el equipo de Beers&Travels, Ana, Ximo y Enrique, por el enorme gesto de querer compartir algo tan especial con nosotros.

Cata de quesos en Beers&Travels.



Una de las cosas más estimulantes que me ha aportado el hecho de escribir este blog, y reconozco que ni por asomo lo imaginaba cuando hace más de tres años me lancé a esta aventura bloguera, ha sido la posibilidad de encabezar unas cuantas sesiones de degustación, las llamadas popularmente catas. En ellas, con la excusa tomar unas cervezas, aprendemos unas cuantas cosas al tiempo que lo pasamos realmente bien.

En la última, que tuve el placer de comandar el pasado jueves en la tienda Beers & Travels, en pleno corazón del barrio del Carmen y pegada a las torres de Serranos de Valencia, tocamos uno de los temas que más disfruto: el maridaje, y concretamente el maridaje con quesos, un mundo realmente maravilloso y con bastantes más puntos afines con nuestra querida cerveza de lo que mucha gente cree.



Ya sabéis que en en este y otros temas las reglas no dejan de ser orientaciones fácilmente quebrantables porque cada cual tiene sus gustos así que simplemente hicimos cuatro propuestas de maridaje pensando en contrastes y armonías que, aunque suene mal que yo lo diga, terminaron gustando mucho.

 

 Arriba y abajo, dos matrimonios reveladores: el queso de leche cruda de cabra Los Corrales con la Galana Albaricoque; y el rico cheddar Isle of Mull, también de leche cruda y con sus ligeras vetas azules, con la lupuladita Stout de Sierra Nevada.



Tras la cata continuamos la velada en Birra&Blues hasta bien entrada la madrugada, pero esa ya es otra gran historia que quedará en el recuerdo de unos cuantos amigos. Solo me queda dar las gracias a todos los asistentes por hacer que un servidor se sintiera tan lleno a todos los niveles, y cómo no, también a los amigos de Beers&Travelspor ofrecerme esta oportunidad, la segunda ya juntos, y por apostar de una forma tan decidida por la cerveza. Parafraseando al gran Bogart diría aquello de “compañeros, presiento que este es el comienzo de una gran amistad…”.