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Viaje por Baviera (10): Se acabó lo que se daba…


Con esta décima entrada doy por finalizada la serie de posts sobre el viaje que nos tuvo casi dos semanas por tierras bávaras allá por el ya lejano mes de julio. En el tintero se quedan algunas visitas interesantes pero espero que con las nueve entradas anteriores os hayáis hecho una pequeña idea de las maravillas que aguarda esta región. Además, como sabéis, tengo pendiente contaros las batallitas vividas por Roma y también se acerca la temporada fuerte de festivales por lo que había que empezar a pensar en cortar sí o sí ;).

Así que en esta entrada quiero resumir en varios puntos aquellas visitas que considero imperdibles y algunas cervezas que quedarán para la posteridad, además de otras experiencias que vivimos no tan cerveceras y también recomendables. Pero antes de todo eso quería hacer una pequeña reflexión.

Y es que si algo percibí por cualquier punto de Baviera, por turístico o tranquilo que este fuera, es que la cerveza forma parte de su cultura sin acaparar el protagonismo, aunque en algunos casos la impresión para quienes la vemos desde fuera y sin llegar a rascar más allá de la superficie sea precisamente la contraria. Quizás una explicación sea el tiempo y el recorrido de tantísimas de sus cerveceras, varias de las cuales llevan casi un milenio elaborando. O puede que sea por el precio irrisorio que tienen por allí las cervezas (es raro de ver alguna referencia de 50cl. por encima de 1 euro en cualquier getränkemarkt), lo cual evita que la gente las considere un producto gourmet como si ocurre por aquí con demasiada frecuencia. O quizás tenga que ver con el carácter alemán, más dado al respeto y a actitudes comedidas que a las efusividades extremas, más propias de aquí y que nos llevan a modas demasiado efímeras. O más que posiblemente sean estas y muchísimas otras razones, pero lo cierto es que allá por donde hubiera cerveza (biergarten, festivales…) la gente daba la sensación de congregarse con la excusa de quedar para lo que fuera y de paso tomar unas buenas cervezas pero no al revés. Por ello cuando veo los saraos que montamos alrededor de la cerveza obsesionados con llevar por el buen camino a los pobres descarriados o leo frases como que por estos lares no existe cultura cervecera no acabo de estar del todo de acuerdo. La cultura existe aunque cierto es que labrada con cervezas de una determinada calidad que todos conocemos y aunque es cierto que ni por número de cerveceras ni por antigüedad podemos compararnos en casi nada con Alemania, en el fondo tampoco veo tanta diferencia en la actitud de mucha gente frente a la cerveza. Otra cosa es que queramos ejercer de jueces de calidad y nos parezca más molón tomarnos pale aleso sour ales envejecidas en barrica en un lugar con tropecientas referencias que tomarse unas cañas en cualquier bar de la esquina.

Por ejemplo en Mediona, el alma máter de la que han bebido tantas ferias posteriores, tiene un aire especial, y por muchos elaboradores presentes que haya y por muchas novedades que se presenten, allí lo más importante es el buen ambiente y pasarlo bien y no ir únicamente a probar “cosas raras”. Pasan los años y por suerte no hay cambio. Ni creo que deba haberlo. Y esa sensación es la misma que tuve por esos lugares auténticos de Alemania, lejos de su archiconocida Oktoberfest. Así que confío que dentro de veinte años, cuando el panorama por aquí empiece a estar algo más maduro, cuando se pueda ir a cualquier ciudad y uno pueda tomar cerveza de calidad sin que eso sea una novedad o un hecho al que debamos prestar más atención de la estrictamente necesaria, cuando los freaks, raters, beer geeks y demás “bichejos” seamos minoría, entonces, y solo entonces, seguirá habiendo cultura como ya la hay, pero con una mayor riqueza y diversidad.

Cervezas.

Podría escribir un post con decenas de referencias más que interesantes pero si tuviera que elegir solo cinco serían las siguientes (una va con trampa… ;) ):

- Augustiner Hell vom Holzfass. Si en botella es maravillosa, esta Helles cítrica y herbal tirada por gravedad de barricas de madera es algo celestial, mucho más seca y leñosa pero también bebible y adictiva.


Schneider TAP 5 Hopfenweisse de barril. En botella esta weizen lupulada es una delicia, pero en barril está más cerca de cualquier elaboración yankie lupulada tremendamente bebible y equilibrada. Ah, y corta los grasientos platos bávaros como un cuchillo…

- Las cervezas en Franconia. Sería injusto dejarme alguna de las cervezas que tomamos por Bamberg o Nürnberg ya que salvo alguna excepción casi todas las cervezas franconas tenían un nivel alucinante, eligieras la fábrica o el estilo que eligieras… Los días que visitamos esta región me di cuenta de porqué merece la pena viajar hasta aquí y el sinsentido que es la exportación en según qué casos. Palabra, si tenéis ocasión, perderos por aquí un par de semanas.


- Spezial Ungespundete. Aunque Bamberg sea parte de Franconia esta cerveza merece una mención especial. Hecha por la única cervecera de Bamberg que junto con Schlenkerla elabora rauchbier, pero esta joyita de temporada, elegantemente lupulada, me robó el corazón. Majestuosa.


- Weltenburg Asam Bock de barril. Tomar esta deliciosa doppelbock fuera de la fábrica es una maravilla, pero hacerlo de barril en un lugar tan emblemático y con tanta historia como lo es la abadía de Weltenburg no tiene comparación. Sorprendentemente equilibrada sin que ello merme su complejidad.



Lugares cerveceros para el recuerdo.

- Biergarten del Hirschgarten(Munich). Se trata de uno de los biergarten más grandes de Alemania, con asientos para ¡8000! personas, pero aún así tienes la sensación de estar tan o más tranquilo que en ningún otro lugar, rodeado de ciervos y árboles. Sin duda este lugar tiene una magia especial, y si encima puedes tomar la maravillosa Augustiner Hell de barrica…

- Weisses Brauhaus (Munich). En este local que aloja el restaurante de la Schneider Weisse, en pleno centro de Munich, fue donde nos dimos uno de los mejores ágapes de todo el viaje. Por ambiente, comida y cervezas, posiblemente una de las cinco mejores experiencias.

Tremendo este plato cocinado con Schneider Aventinus...

- Spezial (Bamberg). Schlenkerla se lleva casi siempre la palma al hablar de rauchbier, pero esta pequeña cervecera y su restaurante en Bamberg, merecen como poco recibir los mismos halagos si no más…

- Gänstaller (cerca de Bamberg). Cervezas buenísimas, ambiente auténtico sin nada de turisteo, comida de dioses, trato familiar… Como diría aquel, un local TOP!

- Augustiner Bräustüberl (Munich). El restaurante que Augustiner tiene pegado a la mismísima fábrica. Oler a mosto y a lúpulo en un local situado a pocos minutos del centro de Munich mientras comes copiosas raciones en mesas comunales con gente ataviada con ropajes tan sugerentes como también estrafalarios es algo que recomendaría mil y una veces.

Para qué complicarse con los exteriores teniendo lo que hay dentro...

- Landbierparadies (Nürnberg). Posiblemente la mejor tienda de Baviera, especializada en elaboraciones franconas, prácticamente ninguna conocida por estos lares y con un personal amable y dispuesto a recomendarte ante una vastísima oferta. Ah, y los precios, como en Alemania en general, por los suelos…

- Abadía de Weltenburg. Por las deliciosas cervezas, la belleza del entorno, la paz que se respira, la comida… Sin duda entre Weihenstephan, Ettal, Andechs y alguna más, esta es la abadía cervecera donde mejor lo pasamos.

- Hopfenland. Poner los pies en la tierra sagrada del lúpulo alemán es una experiencia inolvidable.


Más allá de la cerveza…

Como no solo de cerveza vive el hombre, aquí van algunos sitios con encanto que nos gustaron mucho.

- Munich. Esta ciudad tiene algo especial, quizás porque el nivel de turismo no sea tan grande como en otras ciudades europeas, o por su enorme calidad de vida, su seguridad… Aunque ya la conocíamos de otro viaje, callejear por su centro y visitar sus preciosas iglesias es una delicia. Y para cuando estás harto de tanto turismo o quieres montarte un picnic, es una gozada poder tener a dos pasos del centro un jardín como el Englischer Garten, un remanso de paz gigantesco.

- Mittenwald y lago Eibsee. Por el sur de Baviera todo transcurre a otro ritmo, y tanto por la belleza de sus casas y pueblos, como por los maravillosos parajes que los rodean, este enclave es de auténtico cuento.

- Berchstesgaden y Königsee. Esta región situada en el extremo sureste de Baviera, rodeada por Austria, es una preciosidad. Para los adeptos de la historia, aquí esta el famoso nido de águilas en el que veraneaba Hitler. Para quienes gusten de la naturaleza, este lago gigantesco tiene varias rutillas para hacer senderismo. Una región para quedarse una semana entera sin salir de ella.

- Nürnberg. Una de las más gratas sorpresas del viaje ya que siendo la segunda ciudad en habitantes de toda Baviera, no imaginaba encontrarme con un ambiente tan acogedor y un centro histórico tan bello. Además, tendréis que visitar esta ciudad si queréis comer las mejores salchichas de toda Baviera.



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Por si hay alguien que se haya perdido con tanta entrada, aquí va un resumen con los enlaces:
1. München. Hirschgarten, Weisses Brauhaus, Augustiner, Hofbräuhaus, Ayinger, Löwenbräu, Getränke Oase…
2. Nürnberg. Landbierparadies, Hütt’n, Alstadthof Hausbrauerei, Goldenes Posthorn, Café Wanderer…
3. Salzburgo. Stieglkeller, Urban Keller…
4. Regensburg. Spitalbrauerei, Historische Würstküche, Kneitinger Brauerei, Furstliches Brauhaus, Getränkemarkt Frizzz… 
6. Bamberg. Schlenkerla, Ambräusianum, Klosterbräu, Spezial, Fäsla…

Y esto ha sido todo. Espero que hayáis disfrutado leyendo las entradas ni que sea una décima parte de lo que yo lo he hecho rememorándolas. Ahora os animo a todos a que os escapéis a Munich o cualquier otro punto de Baviera ya que no hay nada como verlo in situ para daros cuenta de la grandeza en todos los sentidos de esta región. Y por último solo me queda dar las gracias a Diego por aguantarnos todo ese tiempo, por darnos cobijo y por las cervezas y momentos compartidos. Sin ti, todo esto no habría sido lo mismo.


Prost!

Mis mejores 50 cervezas del 2013 (2/2).


Después de presentar la primera mitad el pasado lunes hoy vamos con las cervezas que completan el listado de las 50 mejores cervezas que disfrutamos a lo largo del 2013.


26. Huppendorfer Zwickel (Alemania). Una de las mejores franconas que pudimos disfrutar en botella en Nürnberg, producida por una de tantas cerveceras franconas minúsculas cuya producción no alcanza para verlas siquiera en el resto de Baviera. Un dueto alucinante entre el cereal y la levadura, nada más y nada menos. Una delicia.

Huppendorfer es la situada a la derecha.

27. La Cumbre Elevated IPA (USA). Sin ningún tipo de duda la mejor IPA que he probado este año, a años luz de cualquier otra, muy refrescante y bebible, con todos los elementos (pero especialmente el lúpulo) maravillosamente atados. Pocas veces he estado tan de acuerdo con Ratebeer: un 100 en el global y como estilo. Merecidísimos.


28. La Pirata Black Block (Catalunya). La demostración de que por estos lares se están haciendo algunas cervezas de calidad enorme. Esta imperial stout es sencillamente brutal.


29. Laugar Aupa Tovarisch de barril (País Vasco). En la última edición de Mediona hubo varias cervezas que gustaron bastante pero esta bomba de relojería fue una de las que más elogios se llevó. Y con razón. ¡Aupa Tovarisch!


30. Magic Rock Cannonball (UK). Si en 2012 la cervecera inglesa que más me sorprendió fue The Kernel, este 2013 la cosa anda repartida entre Magic Rock, Siren y Beavertown, con grandes cervezas en cada caso, pero entre todas hay una que merece un puesto de honor en esta lista y esa es Cannonball, una explosión de lúpulo resinoso. Bestial.


31. Mikkeller Mielcke & Hurtigkarl (Dinamarca). Una fusión magistral entre cerveza y vino gracias al envejecimiento con barricas de Château d’Yquem. Dulce, corpulenta, rebosante a fruta y confitura. Deliciosa.


32. Naparbier Hop Doom (Navarra). He tenido serias dudas de si poner 3 o 4 elaboraciones de Napar en este listado por el nivelazo general que ofrecen estos navarros. Pumpkin Tzar y The Beast 666 me parecen auténticas obras de ingeniería pero cuando reprobé hace pocas semanas la última modificación de Hop Doom me enamoró perdidamente. Arrolladora pero con un equilibrio digno de elogio que la hacen más próxima a una Barley Wine que a una Imperial IPA. Bendita "condena lupulada"…

33. Naparbier Sai (Navarra). Si el nivelón de las cervezas corpulentas de Naparbier plantea un verdadero problema a la hora de elegir una sola representante, con las “ligeritas” no se me presentan menos dudas. ZZ+ o Pils son magníficas, pero me tira mucho el estilo saison y esta obra de arte en la cual la levadura me encandiló con su carácter y las cortezas de limón, naranja y lima redondearon la fiesta, merece una mención importante. Sin duda un barrilete de 5L de esta cerveza para el verano sería la repera. ¡Tomad nota, navarricos!


34. Närke Stormaktsporter Konjaks (Suecia). La base de esta cerveza, la esquiva Stormaksporter, es considerada por muchos una de las mejores Imperial Stout del mundo, así que poder probar la Stormaktsporter en su versión envejecida es, como podréis imaginar, una auténtica gozada. Envejecida durante 10 meses en barrica el aroma es para perderse en ella durante horas… chocolate, madera, cognac, vainilla… ¡Deliciosa! Nuevamente mil gracias a la gente del Biercab por la oportunidad.


35. Nogne / St. Germain - Rub IPA (Noruega / Francia). Un regalo de la Reina Lúpula para mi cumpleaños que me dejó sin palabras ya sin abrirla por lo curioso que es ver una colaboración entre una consagrada como Nogne con la francesa Brasserie St. Germain y que además la elaboración sea una IPA con ruibarbo. Superado el shockinicial lo cierto es que más que una IPA se trataba de una especie de sour muy cítrica y peculiar, con recuerdos a una saison terrosa y afrutada, muy refrescante. Curiosa pero muy, muy rica.


36. Popaire Treumal (Catalunya). He de reconocer que cuando probé esta delicia en Mediona me quedé sin palabras. Elaborada con naranja y pomelo, con mucho cuerpo y para tomar lentamente disfrutando de cada sorbo. Maravillosa.


37. Schlenkerla Kräusen de barril (Alemania). Únicamente disponible en la fábrica entre junio y agosto, servida por gravedad directamente de la barrica. Kräusen hace referencia a un proceso de adición de cerveza joven (aún verde) a otra ya madura, lo que le confiere un carácter muy refrescante, un cuerpo ligero y, cómo no, el maravilloso toque (en este caso suave) ahumado de la casa. Para beber miles de litros en verano.


38. Schneider TAP 5 Hopfenweisse de barril (Alemania). No por conocida (en botella) dejó de sorprendernos esta weizen lupulada al más puro estilo yanquie. Ella sola se deshizo de un contundente y grasoso ágape bávaro con sobrada maestría. Una buena demostración de porque la experiencia es un grado y en esto los alemanes van sobrados…


39. Siren Half Mast QIPA de barril y en botella (UK). Aunque hay varias Siren que me han gustado mucho, esta “light” de barril es una verdadera maravilla ya que encuentra equilibrio a una cantidad escandalosa de lúpulo con muy poco cuerpo y alcohol (2,8%). Tremendamente bebible y equilibrada.


40. Son / La Pirata – Mayo 15:37(Barcelona / Granada). Esta saison cítrica, levadurosa, seca y sobretodo muy refrescante me dejó descolocado en una maravillosa y calurosa tarde disfrutada con el amigo Jose Teddy en Torrevieja. Amo el estilo y esta, con un lifting yanquie, es una grandísima representante.


41. Spezial Ungespundet de barril (Alemania). Los que seáis seguidores de webs como Ratebeer sabréis que las alemanas en general (doppelbocks a parte) tienen calificaciones muy bajas por lo que si esta humilde y poco conocida joyita sin filtrar tiene un notón (93) no debe ser moco de pavo. Rebosante a lúpulo alemán, poco carbonatada y, como todas las franconas, tremendamente bebible. Sin ninguna duda una de las tres mejores cervezas que bebimos en el viaje del pasado verano.

La de la derecha es la "Ungespundet".

42. Stronzo 1000 EBC (Dinamarca). En el diccionario la palabra “petróleo” debería ir acompañada de la etiqueta de esta cerveza. Densa como ella sola, sabrosísima y complejísima. Todo llevado al extremo. Una barbaridad.


43. The Alchemist Heady Topper (USA). A día de hoy esta Imperial IPA es un auténtico mito viviente y doy fe que merece todos los buenos calificativos y muchísimos más. En su día pude disfrutar de la también mítica Pliny the Elder pero si la comparo con esta Heady Topper, probada muy fresca, no estaría seguro de cual saldría victoriosa. Para todos los que digan que los americanos se lo cargan todo con lúpulo, deberían probar esta cerveza. Una obra de arte. Un 10 sobre 10. ¡Ah, y para incrédulos con el vil metal, al igual que La Cumbre citada más arriba, nada de botella, sólo en lata…


44. The Bruery White Oak (USA). Hasta el momento todas las cervezas que he probado de estos estadounidenses han sido auténticas delicias (Fruet es de las mejores cervezas que he tomado nunca) y esta barleywine con trigo (o “wheatwine” como he visto escrito por alguna parte), envejecida en barrica de roble blanco, es una maravilla cuyos matices puedes estar disfrutándolos infinitamente.


45. Three Floyds Panzer Wolf (USA). La etiqueta anticipa el contenido: heavy metal hecho lúpulo o viceversa, con el equilibrio de las mejores Imperial IPA yanquies. Brutal.


46. Three Floyds Zombie Dust (USA). Gracias a los buenos de Ximo y Ana pude probar esta APA, según Ratebeer la mejor del mundo, muy pero que muy fresca antes de que el tiempo haga mella en ella. No hay duda que es asombrosa, para beber a litros si es que el tiempo dedicado a disfrutar de lo maravillosamente bien hecha que está no te entretiene como ocurrió en mi caso.


47. Toccalmatto Grand Cru (Italia). Una de las cervezas más curiosas que he tomado en todo el año, con un marcado sabor a fresa y a yogur de fresa. Lo curioso es que cuando la probamos ninguno de los que compartíamos mesa y cervezas nos dimos cuenta del fresón que es en realidad su etiqueta y por ello aún nos sorprendió más. Un trabajo con las levaduras realmente exquisito.


48. Weltenburger Asam Bock de barril (Alemania). Hablar de Weltenburg es hacerlo de lagers inconmensurables. Esta doppelbock, muy buena en botella pero portentosa de barril, es para caerse de espaldas, y tomada en la propia abadía disfrutando de un almuerzo dominical con el buenazo de Diego, aún mejor.

Asam Bock es la de la derecha.

49. Westmalle Extra (Bélgica). Si hay una cerveza que cumple como pocas la definición de pan líquido esa es la Westmalle Extra. Si además la tomas en una situación tan cómica como la que solo cuatro de quienes estáis leyendo esto sabéis (y no debéis revelar…), aún el placer es mayor. Gracias por el momentazo, R., A., J. y J.M..


50. Wichert Landbier Dunkel (Alemania). La definición de una cerveza francona para mí es la sencillez hecha perfección: tremendamente bebible, equilibrada, sin que se le eche nada en falta y además en este caso con un toque ahumado delicioso. Ni barricas, ni lúpulos extraños, ni artificios varios, maravillosamente sencilla o sencillamente maravillosa.



Y con esta última francona doy por terminada esta bacanal de los placeres. Para los curiosos que gustéis de estadísticas, el país más representado ha sido Estados Unidos con 9; también con 9 está Bélgica gracias a las dos colaboraciones hechas con fábricas estadounidenses; ya con 8 representantes está Alemania; las micros de aquí alcanzan la cifra de 7 representantes; Dinamarca tiene 4; Reino Unido 3; Italia y Holanda 2; y por último Canadá, Francia, Suecia y Suiza un único representante.

Para cerrar aquí dejo unas cuantas referencias más que perfectamente podrían estar en el listado pero que o bien están un escalafón por debajo aún siendo cervezas enormes o bien no las querido meter para así dar oportunidad a un mayor número de cerveceras distintas. Son estas: BrewFist 2 Late IPA (Italia), De Struise Kabert (Bélgica), Dieu Du Ciel Péché Mortel (Canadá), Haandbryggeriet Oddin's Tipple barril (Noruega), Mike’s Organic IPA (Nueva Zelanda), Naparbier The Beast 666 y Pumpkin Tzar (Navarra), Popaire Tramuntana Cuvée (Catalunya), St. Bernardus Tokyo (Bélgica), Tegernsee Hell (Alemania).


Y esto ha sido todo por este año. Lo suyo es desear que el 2014 sea como poco igual de intenso, no? Complicado lo veo, veremos lo que nos depara… ¡Salut y buena cerveza para todos!

Mis mejores 50 cervezas del 2013 (1/2).


Una vez resumido lo que dio de sí el blog en cuanto a entradas es momento de recopilar todas aquellas cervezas que más disfrutamos a lo largo del 2013. Pero con tanto recordar (tirando de fotos y apuntes, que si por memoria fuera…) al final se me fue la mano y me di cuenta que el número de cervezas era un tanto exagerado así que finalmente he decidido elegir “únicamente” 50 y dividirlas en dos entradas de 25 cervezas cada una para que la lectura sea algo menos indigesta. Ante todo espero que os sirvan como recomendaciones personales y así de paso también me disculpo por dejar tan desatendida la sección de las mejores cervezas del mes desde el ya lejano marzo. Sin más dilación vamos pues con lo mejor de lo mejor del 2013.


01. Alaskan Smoked Porter (USA). Cité esta porter ahumada en el anterior post ya que tanto el strogonoffque maridamos con ella como la propia cerveza fue una de las mejores experiencias del año. A diferencia de algunas rauch alemanas, el ahumado es menos arrollador y se encuentra más envuelto por una buena base torrefacta. Equilibrio sería la palabra que mejor la define.


02. Altstadthof Schwarzbier (Alemania). Hasta el momento no he tenido muy gratas experiencias con las schwarzbierpero este portento que tomamos en la misma fábrica, en Nürnberg, es una auténtica pasada, con recuerdos a chocolate, bayas, algo de regaliz y café, sin olvidar el clásico alemán, es decir, su enorme bebibilidad. ¡Qué delicia!

03. Alvinne Malaga Red de barril (Bélgica). Los belgas de Alvinne son unos ases trabajando las barricas y esta sour que rebosa recuerdos a frutos rojos es un magnífico ejemplo de ello. Desde luego que cada vez que leo algún comentario crítico sobre estos genios no puedo hacer otra cosa que ponerme las manos a la cabeza…

04. Alvinne Undressed Monbazillac (Bélgica). Otra de las maravillas espontáneas de estos belgas, en este caso envejecida en barrica de vino Monbazillac. Me gustó tantísimo cuando la probamos en Animal, Madrid, que ya de vuelta me hice con otra botella que aún aguarda su momento de gloria en la bodega.


05. Arend 125 Years (Bélgica). Tras las buenas críticas vertidas en Facebook por los amigos Joan (Birraire) y Juan (JAB) llegué a Madrid con un objetivo muy claro: conseguir sí o sí una botella. Pero no hizo falta ya que el Homo Lúpulo David se la sacó de la chistera en lo que terminó siendo un resopón épico en Labirratorium a las tantas de la madrugada. En cuanto a la cerveza estamos ante una Tripel de otra liga. Muy pero que muy buena.


06. Augustiner Hell vom Holzfass (Alemania). Aunque la mayoría de cervezas que más disfrutamos el pasado verano en Alemania fueron de Franconia, esta Helles sin filtrar y servida por gravedad directamente de la barrica es una de las mejores cervezas de todo el año y deberían probarla todos aquellos que tengan ciertas tiranteces con el mundo de las lagers. Ah, y como más abajo nombraré Ratebeer en lo positivo, ahora les toca un poco de palo ya que esta barbaridad (embotellada y filtrada) tiene un mísero 47/100. Sí, para echarse a llorar… o a reír… no se muy bien por qué decidirme…


07. Beer Here Kremlin Crude (Dinamarca). Hay pocas Beer Here que no me hayan encandilado y este petróleo (en este caso le viene que ni pintado…) es alucinante por su cremosidad y ostentosidad en la que destaca un delicioso sabor ahumado.

08. BFM Saint Bon-Chien 2011 (Suiza). Hasta hace año y medio no había podido probar ninguna cerveza de esta casa, comandada por un genio que por alguna extraña razón está un tanto olvidado en Europa, quizás por vivir en un país tan particular en todos los sentidos como es Suiza. Esta sour es simplemente una obra de arte y podría estar entre las 10 mejores de todo el año.

09. Birrificio Italiano Bibock de barril y botella (Italia). No podría decir cuantas veces he tomado esta cerveza de barril en Ruzanuvol, en Valencia, pero hasta hace poco siempre me tiraba más su riquísima hermana rubia y lupuladita, la Tipopils. Pero digo bien, hasta hace poco, porque ahora no puedo vivir sin el delicioso perfume lupulado centroeuropeo de la Bibock. Desde luego ambas son cervezones y por algo el cuarto mejor destino del mundo según Ratebeer, el “Ma Che Siete Venuti a Fà” de Roma, tiene dos de sus 16 grifos fijos solo para ellas. Ah, y si la tomáis que sea muy pero que muy fresca…


10. Blaugies / Hill Farmstead – La Vermontoise (Bélgica / USA). Como con otra colaboración que pongo más abajo estamos ante dos titanes de las saison, uno aportando espelta (como en su clásico Saison d’Epeautre) y otro lúpulos americanos Amarillo. Lógicos recuerdos a levadura y cítricos son los protagonistas de esta refrescante y fabulosa saison.

11. Brooklyn Black OPS (USA). Tremenda Imperial stout envejecida en barricas de Bourbon y refermentada con levadura de champagne. Si os gustan los “bourbonacos” añadid esta joya arrolladora a vuestra agenda.


12. De Molen Hemel & Aarde Bruichladdich 1972(Holanda). De todas las cervezas que he probado de estos holandeses, maestros como pocos a la hora de trabajar las cervezas oscuras y fuertes, hay varias que podrían estar en esta lista pero entre todas esta Imperial Stout envejecida en barricas de whisky usadas por primera vez en 1972 es la que más me cautivó, por su maravillosa complejidad pero también por su enorme equilibrio.


13. De Molen Hot & Spicy Barrel Aged. Esta cerveza me recuerda a lo que un amigo me contó una vez sobre el cine de Tarantino: “es violento, macabro y algunas veces hasta desagradable, pero aún así no puedo dejar de disfrutar de sus películas”. Pues eso mismo aplicadlo a esta cerveza: muy picante, extremadamente cálida, con mucha presencia de la barrica, debería cansar y de hecho lo hace, pero no pude dejar de beberla.

14. De Struise XXXX Quadrupel (Bélgica). Que sí, que la denominación Quadrupel será un artificio moderno pero bienvenidos sean estos siempre y cuando su contenido sea tan alucinante como en este caso. Caramelo, muchísima fruta, bastante cuerpo pero cuando más la bebes más alucinante te parece. Estuve dudando si poner alguna otra Struise en su lugar como la One o la Kabert pero finalmente el corazón belgófilo de uno salió a relucir.

15. Dieu Du Ciel Aphrodisiaque (Canadá). Decidí abrir esta rubita y frágil canadiense de para el 3er FFdA convencido de que su contenido iba a ser una auténtica delicia y así fue. Una stout sedosísima rebosante a notas de chocolate, vainilla, café y un final amargo. Bestial.


16. Dougall’s 942 IPA (Cantabria). La probé nada más salir al mercado hace unos meses y reconozco que no me convenció tanto como en su día la 942 a secas. Ahora bien, con la excusa de meter algunas referencias para la tienda la reprobé recientemente y me dejó sin palabras. Sin duda estos cántabros me tienen robado el corazón con esta delicia.

17. Duvel Tripel Hop Citra botella de 75cl (Bélgica). Gracias a Aine y Jota pudimos disfrutar de esta lupulada versión de una de las cervezas belgas más conocidas. La había probado en formato de 33cl y solo os puedo decir que si tenéis oportunidad de elegir entre botella de 75cl y 33cl, quedaros con la grande sin dudarlo un solo segundo.


18. Evil Twin Imperial Biscotti Break de barril (Dinamarca). Fue la primera elección del festín que disfrutamos en el Biercab y no tengo palabras para describir el gozo que nos dio. Chocolate, café, vainilla, fruta oscura y una textura tremendamente cremosa. Una auténtica pasada.

19. Fantôme & Hill Farmstead 5 Sciences Bier(Bélgica / USA). Como decía más arriba al hablar de la colaboración de Blaugies con esta misma estadounidense, hablar de Hill Farmstead es hacerlo del estilo saison, según muchos entre las mejores del mundo, así que imaginad juntarla con Fantôme y dad rienda suelta a vuestra imaginación. Sencillamente celestial.

20. Fullers Vintage 2011 (UK). Andaba rebuscando en lo más hondo de la bodega para encontrar algo que acompañara un cacho del delicioso queso asturiano Picón Bejes-Tresviso y me encontré con que tenía dos botellas de esta añada así que no dudé en darle salida consiguiendo disfrutar no solo de un maravilloso maridaje sino también degustar una de las mejores cervezas británicas que he tomado en mucho, mucho tiempo. Complejísima, maltosa, con mucho caramelo, miel, confitura de frutas y al contrario de lo que aparenta, nada empalagosa. Deliciosa. Solo como apunte, hace unos meses también probé la añada 2012 y no me dio las mismas alegrías... 


21. Goose Island Bourbon County Stout 2012 (USA). Soy un fan incondicional de las Imperial Stout añejadas en barrica de Bourbon pero es que esta joyita, ahora en manos de AB-InBev (veremos si no se la cargan…) es una verdadera obra de equilibrio pese a su elevado alcohol y asombrosa complejidad.

22. Haandbryggeriet Norwegian Wood (Noruega). Quizás el mejor ejemplo de porque amo esta fábrica cuya pasión y maestría por trabajar estilos y productos tradicionales no va reñida con innovar. Elegantemente ahumada y muy curiosa por el uso de bayas de enebro. Sin palabras.


23. Haandbryggeriet Sundland Kreosot (Noruega). El sueño de todo amante de las cervezas ahumadas y las Black IPAs más lupuladas. Enorme.

24. Hanssens Oudbeitje (Bélgica). No son muy frecuentes las lámbicas elaboradas con fresas y menos aún las que nos llegan por aquí pero esta joya que solo el gran Sven (Drunk Monk) podía tener en su Drunk Monk, mucho antes que casi nadie la conociera por estos lares, es una delicia. Si os gusta la fresa darle una oportunidad.


25. Hoppin Frog DORIS The Destroyer (USA). Si habéis probado BORIS, ya sabéis por donde van los tiros. Si no, lanzaros de cabeza a por esta portentosa “double oatmeal russian imperial stout”. Cierto que tanto adjetivo es algo recargado, pero esta bestia merece y muchísimo la pena.



Y hasta aquí las primeras 25 cervezas. Si no se me complica la cosa el próximo jueves tendréis por aquí las restantes.

Mejores cervezas del mes: Marzo'13.



Todavía faltan unos días para dar por concluido el mes de marzo pero aún así vamos con nuestro particular podio mensual. Cómo en su momento no hablamos de ninguna cerveza del BBF también aprovechamos este post para comentar aquellas que más nos gustaron durante ese fin de semana, tanto dentro como fuera de la cúpula de Las Arenas.



Haandbryggeriet Sundland Kreosot. Estos noruegos son unos viejos conocidos de esta sección y me temo que esta no será la última vez que aparezcan por aquí. Nos encontramos con una joya oscura hecha como homenaje al antiguo uso ferroviario de sus actuales instalaciones. Como juntar una rauchrepleta de notas a carne ahumada, tocineta y en menor medida a humo y hoja de tabaco, con lúpulo resinoso y herbal realmente fresco, rematado por un punto de chocolate negro amargo. Alucinante la maestría al unir dos extremos aparentemente tan opuestos para formar una sinergia tan maravillosa.



De Struise Kabert. “Los avestruces” no son muy dados a las colaboraciones así que las pocas que hay, como es el caso de esta combinación entre su reputada Struise Black Albert con la Portsmouth Kate the Great, es lógico pensar que sean auténticas joyas. Lo más destacable si ya conoces Black Albert es que en boca esta Kabert es menos arrolladora y ostentosa, pero aún así es toda una delicia. Textura sedosa, destacan las notas a torrefactos, cacao y caramelo quemado, un cierto recuerdo a tabaco así cómo herbal que deja una sensación seca y amarga duradera, además de regaliz, ciruelas y un punto de acidez bien atado. Los 11,5% están perfectamente integrados. Una Russian I.stout impecable.



De Molen / GADD Fresh Hopped Bohemian. Salvando las distancias con la maravillosa Birrificio Italiano Extra Hop de barril que probamos hace unos meses y cuyo lúpulo en flor tremendamente fresco nos enamoró perdidamente, esta lager de cuerpo subido se gana el título de la mejor Pils (con perdón para los puristas de los estilos) en botella que hemos tomado en mucho tiempo. Realmente fresca, increíblemente fácil de tomar, para repetir una y otra vez y no cansarte nunca. Genial factura de dos cerveceras (holandesa De Molen, e inglesa Ramsgate/Gadds) aparentemente tan alejadas del mundo de la baja fermentación.




- Dentro del Barcelona Beer Festival -

A continuación van algunas de las cervezas que más disfrutamos dentro del BBF.

Alvinne Undressed Bordeaux. Casi todo lo que hacen estos belgas me gusta mucho, así que una oud bruin envejecida en barrica de vino tenía todos los puntos para dejarme boquiabierto. Y así fue. Magnífica.


Braustelle Helios. Esta kölsch impoluta era uno de los barriles que más ganas tenía de probar por aquello de que las kölsch que nos llegan por aquí no suelen ser ni los mejores ejemplos ni estar en las condiciones más óptimas. Sació con creces las expectativas y nos dio el chute necesario para empezar con fuerzas el domingo.

BFM Cuvée Alex Le Rouge. Un copón rebosante de especias. La curiosidad más placentera de todo el BBF.


Cantillon Kriek. Los organizadores del BBF se curraron un listín alucinante de Cantillon en barril y aunque las demás Cantillon que probamos (Vigneronne, Gueuze e Iris) nos gustaron mucho y prefiero las kriek de 3 Fonteinen a las de Cantillon, me quedo con ésta preciosa joyita espontánea a base de cerezas. La disfrutamos enormemente.

De Molen Hel & Verdoemenis Bourbon BA. Si la versión base es un auténtico cervezón que sigo considerando entre las mejores I.stout que he probado, tras su paso por barrica de bourbon es sublime.


Kocour Gypsy Porter. De todas las checas que pudimos probar, ésta “torrefacta” fue con diferencia la que más satisfechos nos dejó.


- Fuera de la Cúpula del BBF -

BrewFist 2 Late IPA. La primera cerveza de todo el fin de semana, recomendada por Manolo (Freiburg), y con eso ya lo digo todo. Puro lúpulo fresquísimo.


Stronzo 1000 EBC. Posiblemente esta danesa fue la mejor cerveza de todo el fin de semana. Un petrolaco bourbonero más negro que el carbón, de posgusto larguísimo. Ya lo dice el nombre en italiano: una gran m…

De Struise Rio Reserva (barril). La noche del viernes en el Drunk Monk dio para muchas cervezas, y aunque nos deleitamos con otras dos Struise (XXXX, una quadrupel suntuosa, e Ypres, una oud bruin maravillosa), la Rio es mucha Rio… Complejísima, rebosante de confituras de fruta, madera… ¡Sin palabras!

Brooklyn Black OPS. Estos americanos ya me dejaron alucinado con su Black Chocolate Stout, pero esta bomba de relojería rebosante de notas derivadas por su paso por barricas de bourbon es inconmensurable.


Hanssens Oudbeitje. Hasta el momento había probado pocas lámbicas verdaderas a base de fresas y ésta sin duda es la mejor… y de largo.

Tilquin Oude Gueuze. Una de las gueuzeries más recientes del panorama belga ha roto muchos esquemas por la calidad de esta cerveza. Ya la conocíamos, pero ante estas joyas no hay excusas para no volver a repetir.

Westmalle Extra. El maestro Sven sabe lo que se trae entre manos en Mataró. Este detalle por partida doble nos sirvió de colofón en el hotel para rematar una larga noche de sábado. Pese a sus humildes 4,8% de alcohol, este pan líquido (literal), rebosante de cereal y notas a levadura supo sobreponerse a todo lo anteriormente bebido.


Se que la foto es muy mejorable y del tipo de vaso ni hablamos… ¡pero es que estaba alucinante!


Y esto es más o menos lo mejor que dio de sí este intensísimo mes de marzo. Se han quedado algunas cervezas muy interesantes en el tintero pero de haberlas incluído esto hubiera sido más largo que el recopilatorio anual. Veremos lo que nos depara un abril que sobre el papel se presenta mucho más tranquilito.