Criaturas espantosas

La Iglesia va a convocar un concilio para discutir si los dibujos animados tienen alma. Esta duda teológica ha provocado una gran inquietud entre sus eminencias reverendísimas desde que el séptimo arte se convirtió en fuente de vida de multitud de monigotes, bichitos y monstruitos de los más diversos aspectos y formas de pensar.
Miles de preguntas surgen ante tan espinoso tema. Hay quien piensa que los "disfraces" de Mortadelo son en realidad posesiones diabólicas. Es inconcebible que un perverso pájaro, Piolín, se pase la vida atormentando a un gato pesaroso. O que un oso frívolo y materialista, Yogui, les robe sus cestas de merienda a los sufridos turistas de un parque nacional.
Millares de casos apoyan la teoría de que estos seres repulsivos están dominados por almas perversas o posesiones satánicas de las que es muy difícil sustraerse. Confiemos en que los sapientísimos doctores de la Iglesia, enriquecidos con la iluminación divina pertinente, diluciden si tales infames esperpentos tienen alma y si es posible su salvación inmediata en pos de la Gracia de Dios que habría de procurarles el sosiego eterno. (Ya hay más de un millar de exorcistas voluntarios esperando el resultado del concilio. Se ruega a los fieles que acudan a la parroquia de San Jesús de Prat para rezar por la salvación de los dibujos animados)