Drogas legales y consumo


Ramón Parellada

Varios lectores y amigos me preguntan que si se legalizan las drogas ¿se disparará el consumo? Mi respuesta ha sido que no lo podemos saber a ciencia cierta pero que ese no es un argumento para seguir con la prohibición ya que cada persona tiene derecho a hacer con su vida lo que quiera siempre y cuando no dañe los derechos de los demás. De todos modos veamos algunos razonamientos y algo de evidencia.

Con la prohibición de drogas el precio se ha disparado a las nubes. Al legalizarla se esperaría que se incremente la cantidad ofrecida (como los precios de las drogas prohibidas están tan altos, al legalizarlas muchos sembrarían drogas como la marihuana y coca. con lo que la oferta aumentaría rápidamente) por lo que disminuiría el precio y, por la ley de la demanda, se incrementaría la cantidad demandada, es decir, el consumo.

Ahora bien, un amigo me comentó que hay dos tipos de consumo en este mercado: el que es un consumidor habitual y el que prueba por rebeldía o por curiosidad una vez. Incluso hay consumidores habituales que no son adictos. De todos modos, dentro del consumo de habituales también entrarían los adictos. El consumo de los adictos no se incrementaría pues ya consumen lo que necesitan. Si aumentan sus dosis no logran efectos mayores y pueden morir. El consumo de los habituales podría incrementarse pero si no son adictos lo hacen cuando les conviene, al igual que quien bebe alcohol en una fiesta en fin de semana. El consumo de los que quieren probar por pura rebeldía disminuiría ya que no hay prohibición. Y el que quiere probar por pura curiosidad seguiría la tendencia que ya tiene puesto que va en proporción al crecimiento de la población. Esto es una opinión elaborada pero creo que hay algo de cierto en cada punto.

Ahora veamos qué evidencias tenemos de legalizaciones. Los pocos ejemplos en que ha ocurrido una legalización parcial han demostrado que el consumo disminuye como es el caso de Portugal donde se hizo una legalización del consumo —parcial, en el sentido de que la producción, transporte y distribución siguen prohibidos— de todas las drogas —no sólo las conocidas como suaves—. El consumo disminuyó en un 10% desde entonces (hace 10 años). Se habla de Holanda pero hay que tomar en cuenta que se venden ciertas drogas en un área restringida y existe mucho turismo que va a probar, a vivir la experiencia de fumarse un cigarrillo de marihuana, por ejemplo. Esto funciona así porque está prohibido en otros países. El asunto es que las cifras no son sólo del consumo local. A pesar de esto, hay estudios en el que se demuestra que el consumo de marihuana en Holanda disminuyó con la legalización e incluso es la mitad que el de Estados Unidos.

¿Cómo funcionaría un mercado legal de drogas? Igual que como funciona el mercado legal del alcohol o de los cigarrillos. De hecho, el consumidor tendría un mayor control sobre los productos a consumir, más información, seguridad en cuanto a la calidad del producto y su dosis. Surgirían marcas que competirían entre sí y garantizarían el producto. El consumidor se sentiría protegido y no como ahora que consume algo que lo puede matar de una sobredosis. Con la prohibición no se puede asegurar a un adicto o a algún consumidor de droga. Sin embargo, con la legalización podría tener una póliza de seguro con un incremento en la prima tal como ocurre con los fumadores, bebedores y obesos.

Hay mucho más de esto pero lo más importante es que no debemos criminalizar a alguien por drogarse al igual que no lo hacemos por fumar o beber alcohol. Legalizar las drogas no significa necesariamente mayor consumo y mejoraría la calidad de producto salvando así la vida de los consumidores.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día jueves 08 de marzo 2012.